domingo, 8 de febrero de 2009

ORIGEN GEOLÓGICO

El mármol es una roca metamórfica que se origina por medio de una serie de procesos geológicos que inducen cambios mineralógicos y estructurales tanto en las rocas eruptivas como en las rocas sedimentarias. Estos cambios son consecuencia de la búsqueda del equilibrio físico-químico de las rocas cuando se encuentran sometidas a ambientes diferentes de aquel en que se formaron. Los principales agentes que producen estas transformaciones son los fluidos químicamente activos, la presión y la temperatura.
La estructura de las rocas metamórficas se puede clasificar en dos grandes grupos las foliadas y las no foliadas (afaníticas o granulares).
Los mármoles proceden del metamorfismo de las rocas calizas tras una recristalización de sus minerales, originándose por lo general, un aumento de la compacidad y variando el resto de las características con respecto a la roca de origen.


Composición:

En su constitución predominará el CO3Ca, acompañado de una gran diversidad de otros minerales (mica, silicatos magnésicos, grafito, óxidos de hierro, etc…).


Estructura:

Su estructura será compacta y su fractura es plana de aspecto sacaroidea. La clasificación de los mármoles de acuerdo con el tamaño de sus cristales es:
- Afanocristalinos.
- Muy finamente cristalinos.
- Finamente cristalinos.
- Medianamente cristalinos.
- Groseramente cristalinos.
- Muy groseramente cristalinos.


Características generales:

- Densidad aparente entre 2′6 y 2′85 g/cm3
- Densidad real de 2′7 a 2′9 g/cm3
- Dureza 3 en la escala de Mohs
- Resistencia a compresión comprendida entre 400 y 1800 Kgf/cm2
- Resistencia al desgaste por rozamiento es de 20 a 40 cm3, tras recorrido en pista de desgaste de 1000 metros.
- Resistencia al chorro de arena de 5 a 10 cm3


Características de homogeneidad:

De acuerdo con la norma UNE 22180, no deberán admitirse mármoles que presenten:
- Zonas o partes de la piedra alteradas, descompuestas o con cambios notables de su tonalidad (salvo las ocasionadas por las vetas).
- Partículas ferrosas, arcillosas, sulfurosas o masas terrosas.
- Grietas, taladros, perforaciones o fisuras.

Color:

Los mármoles podemos clasificarlos según su color en monocolores y polícromos, los polícromos a su vez se clasifican en:
- Veteados, cuando aparecen listados de diferente color que el fondo.
- Arborescentes, cuando aparecen vetas en todas las direcciones.
- Brechas, si contienen fragmentos más o menos angulosos atrapados en una masa principal.
- Brocateles, análogos a los anteriores pero de fragmentos más pequeños.
- Lumaqueles fosilíferos, cuando contienen o parecen contener fósiles de distinta naturaleza.
Los blancos son ricos en CO3Ca suelen estar a veces marcados por algunas vetas apenas visibles. Los negros y grises contienen sustancias carbonosas u orgánicas. Los rojos y rosas contienen oligisto o hematites roja. Los amarillos, cremas o pardos, contienen hierro en forma de limonita. Los verdes contienen silicatos magnésicos.

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